Monty Kerley de la Universidad de Missouri está estudiando cómo las vacas son capaces de ganar más peso al consumir menos alimento, potencialmente ahorrando a los agricultores hasta un 40% de los costos de alimentación.
Con más de 2 millones de vacas en 68.000 explotaciones, Missouri es el tercer mayor productor de carne de vacuno en los Estados Unidos. Debido al aumento de precios de los piensos, los agricultores están luchando para obtener alimento para las vacas que contribuyen a más de 1 mil millones de dólares a la economía del estado de Missouri. Por eso, hace dos años, investigadores de la Universidad de Missouri comenzaron a estudiar los procesos biológicos que podrían hacer más eficiente la alimentación en vacas. Examinaron el compuesto básico que las células utilizan para la energía, comúnmente conocida como el ATP, a partir de investigaciones anteriores que demostraron cómo el ADN influye en el aumento de peso en las vacas. Algunos animales pueden sintetizar ATP más rápido que otros, ayudándoles a utilizar la energía más eficientemente y, por tanto, más aumento de peso con menos comida. Monty Kerley, profesor de nutrición animal en la Escuela de Agricultura, Alimentación y Recursos Naturales, espera que los agricultores utilicen esta investigación para criar ganado más eficiente en la alimentación.
"Nos encantaría ir al ganadero y decirle: 'usted puede reducir sus costos de alimentación en un 40% con el mismo aumento de peso'," dijo Kerley. Kerley y su equipo están utilizando una alimentación y un peso que registra el consumo individual y el peso corporal del ganado a diario. Esta investigación se está haciendo en el establecimiento de Beef Research and Teaching Farm (Granja educativa e investigación de la carne) en el sur de la Estación Granja Agrícola Experimental de la Universidad de Missouri. Cada vez que un animal se acerca a comer, un equipo toma nota de la llegada de la vaca y el horario de salida, así como también cuánto come. Cuando beben, se paran en las escalas que hacen un seguimiento de su peso. Si el productor selecciona las terneras de reposición del tercio de vacas más eficientes de su explotación podría reducirse el consumo de alimento en un 20%.
Cuando se reduce el consumo de alimento, las emisiones de metano y la producción de estiércol también disminuyen.La investigación de Kerley y su equipo ha sido publicada en diversas revistas científicas.
Artículo de PV ARGOS
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